sábado, 30 de julio de 2011

contemplemos la creación: El calentamiento global: causas y consecuencias (I)

“Cada gran movimiento en la historia del mundo es un triunfo del entusiasmo” (Emerson)

P. Ángel Espino García

Había una vez un hombre avaro que había acumulado 500 millones de dólares. Se había privado de muchas cosas. Era tacaño. A nadie regalaba un solo peso, ni a las “Monjitas del Asilo”. Era feliz porque el futuro le sonreía: viajes, convivencias y comodidades. Pero un día se acercó en forma inesperada el Ángel de la Muerte y le dijo:
–Vengo por ti. Vamos a la eternidad.
El hombre avaro se quedó de una sola pieza. Suplicaba de hinojos que le diera unos años más de vida.
–Nada de eso –dijo el Ángel.
–Por favor, dame al menos tres
días para arreglar mis asuntos y a quién voy a dejar mi herencia. Han sido muchos esfuerzos. Ayúdame y te daré la mitad de mis bienes.
El Ángel contestó:
–No se puede.
–Dame al menos un día de vida para ir a confesarme.
El Ángel se mostró inflexible y, enojado, dijo:
–Te doy un minuto. Aprovéchalo.
El hombre escribió rápidamente: “A quien lea esta nota: tengas o no bienes materiales, no malgastes la vida. No acumules ilusiones. Vanidad de vanidades y todo vanidad. Busca los bienes del Cielo y no los de la tierra. A mí no me sirvieron 500 millones de dólares para comprar ni una hora de vida”.
–Terminó el minuto –dijo el Ángel de la Muerte.
Tomó del brazo al hombre avaro y lo llevó por un camino obscuro hacia la eternidad para que diera su cuenta al Creador. Conclusión: cuando muere un millonario, la gente pregunta: “¿Cuánto dejó?” La respuesta es: “todo”. Alguien más dijo: “No dejó nada. Todo se lo quitaron”.
Así en la ecología: los bosques y las selvas son destrozados para satisfacer el apetito de lucro de unos pocos y, como migajas, ofrecen un poco de empleo mal pagado a los trabajadores. Así operan varias empresas dedicadas a la madera, mientras los suelos se erosionan y se agotan los manantiales. Otro ejemplo de la depredación mundial es la Amazonia, principal pulmón del planeta. Su selva sigue siendo destrozada día y noche, aumentando el calentamiento global. En cuanto a la ecología humana, continúa la injusticia social. Se genera riqueza en el país, pero no llega la distribución al hogar de los mexicanos. Entre tanto el árbol muere y el bosque agoniza. ¿Qué heredaremos a los que vienen? ¿O esperaremos al Ángel de la Muerte? Hagamos algo por la vida. Hace ocho días vimos qué es el medio ambiente y qué perspectivas hay para el futuro. Hoy veremos algo sobre el calentamiento global y el cambio climático. El “calentamiento global” es el fenómeno del aumento de la temperatura media del planeta Tierra, tanto de los océanos como de la atmósfera terrestre, la cual ha venido aumentando en forma notoria a partir de 1960, y en forma drástica, en el 2001, agudizándose a partir del año 2005. El calentamiento global está asociado a un cambio climático generado principalmente por el efecto invernadero exagerado, que es un fenómeno que se refiere a la absorción de ciertos gases, como el dióxido de carbono, de parte de la energía que el suelo regresa por el calentamiento de la radiación que recibe continuamente. El “efecto invernadero” es bueno en una proporción adecuada para que la Tierra no se congele ni el agua de los mares se haga hielo. Pero es preocupante cuando es exagerada la elevación del calor atrapado al nivel del suelo. Ahí está el detalle: cómo disminuir en forma seria el calor del efecto invernadero. China y Estados Unidos tienen en gran medida la solución, pues son las potencias que más generan CO2, pero son los países que no reconocen la triste realidad. Bien dice el escritor Eckhart: “Si la única oración que dijéramos a lo largo de la vida fuera: Gracias, Señor Dios, por tu Creación, sería suficiente”.

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