sábado, 16 de julio de 2011

Palabra del Obispo: Saludo a los Sacerdotes en Pátzcuaro*


† Alberto Suárez Inda, Arzobispo de Morelia
(Domingo 17 de Julio de 2011)

Doy un saludo cordial a todos, especialmente a mis hermanos Obispos Auxiliares y Presbíteros, miembros todos de esta familia sacerdotal. Los invito a que presentemos al Señor, por las manos maternales de María Inmaculada de la Salud, nuestra acción de gracias y nuestra súplica confiada.
Damos gracias con toda la Iglesia por los 60 años de ordenación sacerdotal de nuestro Santo Padre Benedicto XVI que se cumplieron el pasado 29 de junio. En un día como hoy, el 8 de julio de 1951, cantó su primera misa en su pueblo natal. El Señor lo conforte y asista en la gran tarea que le ha encomendado al frente de su Iglesia.
Acompañamos a Mons. Juan Espinoza Jiménez en estos primeros pasos como sucesor de los Apóstoles. Pedimos la luz del Espíritu Santo para él, especialmente en este servicio a favor de los sacerdotes en la Vicaría Episcopal para el Clero. Gracias, Mons. Juan por tu trabajo  generoso, gracias por haber aceptado dirigirnos hoy la homilía.
Mi felicitación a los hermanos que en este año celebraron o celebrarán bodas de oro y bodas de plata sacerdotales.  Hoy precisamente se cumplen 60 años de la ordenación del Sr. Canónigo Don Enrique Cortés y del Padre Juan Vázquez. Los felicito.  Mi deseo es que se renueve cada día en todos ellos el fervor de su primera misa.
Encomendemos al cuidado amoroso de la Virgen a nuestros nuevos sacerdotes ordenados el mes pasado. Que nunca se cansen ni se desalienten ante las adversidades. Gracias por su entusiasmo juvenil. Pedimos también por los que en estos días asumen nuevas responsabilidades al cambiar de parroquia o de oficio. Que el inicio de un nuevo ministerio sea oportunidad de una renovación personal y pastoral.
Recordemos hoy a los sacerdotes enfermos y a los que atraviesan situaciones difíciles. El Señor los consuele y la Virgen les alcance salud de alma y cuerpo. Ofrezcamos una intención por los sacerdotes que de un año para acá concluyeron su carrera terrena y ya fueron llamados a la casa del Padre. El Padre de las misericordias los reciba y recompense. Ellos, desde el cielo, intercedan por nosotros.
No dejemos de orar por nuestro Seminario y por las vocaciones sacerdotales. Que sepamos acompañar y alentar con caridad pastoral a quienes se sienten llamados. La alegría y entrega en nuestro ministerio, junto con la oración del Pueblo de Dios, será el medio eficaz para alcanzar la gracia de abundantes vocaciones y la perseverancia en la respuesta al don de Dios.
* Alocución que dirigió Mons. Suárez Inda a los sacerdotes participantes en la Peregrinación del Presbiterio de Morelia a la Basílica de María Inmaculada de la Salud, Pátzcuaro, Mich., Jueves 8 de Julio de 2011.

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