Fe y Cultura: Somos una Iglesia con grandes desafíos (I)



•  “Ante estos desafíos, dejemos sentir en nuestro corazón la solicitud amorosa de Jesucristo por su rebaño”
P. Leopoldo Sánchez Pérez
La vez pasada consideramos los desafíos sociales que teníamos que afrontar con vistas a la implantación del Reino de Dios en nuestra realidad. Hoy veremos la primera parte de los desafíos eclesiales presentados en el Plan Diocesano de Pastoral en el número 80. Ojalá que al leerlos dejemos sentir en nuestro corazón la solicitud amorosa de Jesucristo por su rebaño al verlo cansado, hambriento y carente muchas veces de un buen pastor.
1) Consejo de Pastoral Parroquial (CPP): Deficiente integración, capacitación y buen funcionamiento del CPP; poco compromiso y corresponsabilidad; falta avanzar en el trabajo coordinado según los Estatutos, con mayor representatividad y acompañamiento.
2) Pastoral Profética: Ignorancia religiosa; no hay formación integral ni compromiso apostólico; no se busca a los alejados; deficiente integración del equipo promotor; no se han implementado procesos completos ni planes de trabajo; no ha habido suficiente promoción de la Palabra de Dios; débil impulso a la Misión continental; carencia de difusión y participación.
3) Pastoral Litúrgica: Hay necesidad de una mayor formación e integración; de celebraciones auténticas; de programación parroquial; de espiritualidad, compromiso, unidad y testimonio. No se atiende a coros y músicos de iglesia; poca preparación del Sacerdote en esta materia.
4) Pastoral Social: La integración y formación del equipo promotor; vinculación a la promoción social integral; ignorancia de la Doctrina Social de la Iglesia; ampliación de servicios superando el asistencialismo; no hay suficientes laicos comprometidos; falta coordinación.
5) Departamento de Comunicación Social (MCS): No hay suficiente promoción y aprovechamiento de los MCS; no se ha impulsado un discernimiento crítico ante ellos; hay baja promoción del periódico diocesano; desinterés; desintegración y débil conformación de un equipo promotor; falta promoción de programas religiosos de radio y televisión y fomento de lectura de literatura católica.
6) Pastoral Familiar: No se ve muy consolidado el equipo promotor y su integración pastoral; cada vez mayor desintegración familiar; pobre evangelización de la familia; ausencia de valores en la familia; participación menguada en la Misa dominical como familia; poca iniciativa, interés y compromiso; limitada difusión de los Movimientos de Pastoral Familiar; insuficiente atención a problemáticas particulares (divorciados, abandonados, etc.); no se ha impulsado la paternidad responsable.
7) Pastoral de Adolescentes y Jóvenes: Falta integración y formación del equipo promotor; no hay compromiso, interés y organización suficientes; pérdida de valores humanos y de fe; pobres apoyos y recursos humanos y económicos; no se atiende a los alejados; no hay una verdadera coordinación efectiva; se propicia poco el encuentro con Cristo.
8) Pastoral Vocacional: No hay integración y formación del equipo promotor; no se alienta la conciencia y cultura vocacional; pobre acompañamiento y sin oración continua; no hay un programa progresivo; cuestionable testimonio e interés de Sacerdotes, laicos y padres de familia; no es suficiente la promoción de las vocaciones específicas.